>>2726 <La expedición de Venus Temprano esa mañana la noticia ya estaba recorriendo el mundo, ya sea con la esplendida sonrisa de Beatrice en el noticiero de Pluto Channel, o expuesta frente las pantallas verdes de periodistas independientes de la red. El Imperio y el Señorío trabajando de la mano en una nueva y ambiciosa campaña espacial que levantara sus alas hacia el núcleo del sistema solar. La potencia totalitaria de oriente trabajando con la potencia totalitaria occidental. Nunca se discutió si la misión sería un evento de bajo perfil o algo bien sonado, por eso los tres embajadores en Venezuela aclararon que no tenían información sobre quien regó el evento tan subitamente y con tanta veracidad entre las fuentes exactas para que la novedad se expandiera como un incendio australiano.
Indiferentemente de que los Britannianos se hubieran tomado bien o mal que ese asunto fuese tendencia en Newtter, la persona que empezó ese fuego no tardó en aparecer trajeado y con todas sus maletas en la plataforma de propulsión.
"Fui yo" Lo dice cuando alguien convenientemente pregunta en voz alta para sí mismo ¿Quien fue el habló? O algo por el estilo, da igual si es el que limpia o el que reparte las rosquillas. "Mi nombre es Toshio Kazutaka, doctor, científico, e investigador. En esa baul tienen todas mis credenciales por si lo necesitan" El hombre japones señala con el pulgar un baúl que transportan desde un Jet del Teiai hasta una nave con forma de pescadito, que luego subirán hacia el Helios, la nave arbórea que liderará el largo viaje, que nunca es tarde recordar: Va a durar unos cuantos años. "Imagino que usted será una de esas princesas britannianas de las que tanto he oído. No se preocupe, solo escuché cosas buenas" Le dice a quien seguro es la que limpia o una muchacha de las juventudes. "No soy un erudito en costumbres europeas, así que frente cualquier error, no dude en señalarlo. Me gusta considerarme como un eterno estudiante, si se me permite la humildad" Le toma de la mano y la besa de la forma en que piensa es correcto.
Isabella: Señor Kazutaka. No se aleje. Lo podrían confundir con un espía y el mundo lamentaría la perdida de una mente como la suya.
La voluptuosa científica Isabella de la casa Nixx, con una expresión de amargura, aparece para arrastrar al doctor a la nave con forma de pescadito ya mencionada antes. ¿Cómo no lamentar la muerte del hombre que inventó el pan Bimbo en DW? Aquel que impulsó en las escuelas de medicina un movimiento para imponer cursos de caligrafía. Otra de sus grandes obras tuvo que ver con el Gurren de Chester, sí, el mismísimo mecha de Chester Lancaster aka Gafas locas, ¿quien fue la figura clave detrás? Pues Toshio Kazutaka, el hombre que fabricó las calcomanías de flamas sumergibles e ignífugas que le pegaron al armatoste ese.
Otro que hace la aparición es Jinzo, sobresale por su alta envergadura y aspecto monstruoso. Pero el embajador no está allí para partir en ese viaje, tiene asuntos pendientes en la Tierra, sino que está en ese lugar para despedir a sus queridisima hija, Yagokoro Saga. Ambos son telepatas, y como tal mucho de lo que comparten es por lazo psíquico, así que mientras en su meten intercambian palabras de afecto filial tan conmovedoras que harían llorar al personaje más frío e insensible del universo, por fuera parece que están posando uno en frente del otro con un aspecto amenazador.
