OP 03/11/2021 (Thu) 02:03:58 No.5221 del
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Habían pasado ya unos años desde que habías sido salvada de aquellos extraños hombres que te alejaron de tu familia. Normalmente tus padres asistían al sanatorio para visitarte, pero sus trabajos y vida no les dejaban ir con tanta frecuencia. Con el tiempo habías conocido a un par de chicos de tu misma edad que compartían el mismo corredor de tu cuarto. Algunos de ellos era extraños y ni siquiera concias sus nombres, otros tantos eran pasivos por las medicinas que les daban de tomar los enfermeros. Clar, era un chico que había sido internado por intento de suicidio, su familia era católica y muy conservadora, por lo que con un buen financiamiento, pidieron al hospital que se encargará de vigilarlo las 24 horas, siempre era visto con una enfermera detrás de el, por la noches, uno de los enfermeros se sentaba en una incomoda silla de plástico al lado de su puerta y cada 30 minutos revisaba su habitación. Ada era una campesina que había sido diagnosticada con psicosis y esquizofrenia. Casi no hablaba con nadie, aunque en ocasiones se acerca a ti y después se arrepentía. A veces, ella tomaba objetos e intentaba usarlos como armas contra quien fuera. Por último, Albert, era un adolescente de 15 años que había sido internado en el hospital por haber intentado asesinar a su profesora de ingles, no sabes bien los detalles, pero has notado que el te mira siempre de manera extraña.
El día de hoy era normal, como siempre, pero aquella chica Ada te había invitado a jugar ajedrez con ella en el pequeño patio en el centro del hospital, recuerdas que cuando lo hizo, ella estaba temblando de miedo, aunque no olía para nada mal y era una chica bonita, su presencia te resultaba incómoda. Estaba en ti si pasar un buen rato con aquella chica o no