>>6359 >Quede casi paralizado al ver lo que pasaba. Un niño acaba de caer del cielo. >Me sostengo de la pared que tengo a mi lado, estoy perplejo, ya sabia que era imposible una fuerza sobrehumana como la de Lupita, pero esto solo lo encuentras en las películas o animes. No puede ser un sueño, es demasiado real, ya hubiera despertado si fuera un sueño. <Chico: Armadura Battle- Style gunsmith, vengo por ti, entrégate por las buenas o la chica saldrá herida >Espera, Battle=batalla, Armadura de batalla y Style gunsmith, estilo... ¿¡Ese mal intento de disfraz trae armas!? >Rezo para que no me metan en su pelea, pero nadie escucho mis plegarias. >Veo lo que me hubiera pasado si peleaba. Doy media vuelta para salir del lugar... Pero este dia dios se despertó de mala gana y me quiso ver sufrir... >Lupita me toma y habré su cabeza, como lo teorizaba momentos atrás, esta cosa no es humana. Su interior esta lleno de viseras, intestinos, sangre, vomito y un olor tan fuerte que lograría horrorizar un zorrino. El vomito no tardaría en dar su aparición, puse mis manos en mi boca para no dejarlo salir. >Me hace entrar en él. Lagrimas corren en mis mejillas por lo fuerte y penetrante el putrefacto aroma. No me detengo de tragar vomito, que inmediatamente mi cuerpo lo devuelve a mi boca. Esta cosa es horrible. >Su interior me asquea y me asusta al mismo tiempo. Sierro los ojos, no veo nada. Los abro lentamente para encontrar una barra cargándose y una interface a la cual hay que conectarle el internet. No escucho la voz de Jarvis diciendo "señor Stark", pero ahora puedo ver el exterior. >Cuando me muevo, Lupita se mueve. La chica intenta hablar pero es interrumpida. La patada del niño me da en la cara, siento el dolor e intento tocarme la mejilla, aunque no estoy tocando la mía. >El chico intenta atacarme, pero lo detengo. Es como si mi instinto hubiera hecho el trabajo de mover a Lupita para defenderme. >Ahora él me trata dar una patada en el aire, así que muevo mi torso con la intención esquivar el golpe y le lanzo un gancho izquierdo hacia su estomago, seguido de un jab a la cara.