>>2012 >Madame Bobary El sudor se resiente en el cuerpo del joven mercenario, quien expresa sus ganas de echarse un baño para refrescar su cuerpo.
"Puedes utilizar mi sanitario. Es ese de ahí" Como si sus palabras activaran alguna clase de interruptor o contuvieran poder mágico, una puerta en un lado del dormitorio se abre sola dando paso a un baño hecho de cerámica y porcelana. "La tina es un poco grande y profunda. Puedo bañarme contigo para evitar que te ahogues... Claro, si no te da vergüenza que te trate como un niño pequeño. Es que da igual cuantos años tengas, siempre serás mi bebé" Dice y aprieta con suavidad la nariz del rubio entre sus dedos.
Jacket trata de rodear la cintura de la mujer alta con su brazo, pero por supuesto la diferencia de tamaño hace que se quede corto. Aun así su intento sirve para aumentar la cercanía entre los dos, y este pueda disfrutar el calor, la suavidad y el aroma a lirios que desprende la Von Karma que le dio luz.
"Oh, que palabras tan bonitas, tesoro. Pero ya llevo 190 años en este mundo, así que sería una mentira decir que me parezco a una cheerleader o algo así"
En el momento que Jacket pregunta por conjuntos de su talla, una gran sonrisa aparece en el rostro de la madame, y esta entierra una de sus garras en el espacio mismo, hundiendo la punta que desaparece a mitad del aire/espacio en la habitación. Al tirar hacia atrás, un traje elegante de noble comienza a aparecer linea por linea como hecho por una maquina de coser invisible.
"Me tome las molestias de tomar tus medidas mientras dormías, porque sabía que no podías estar rondando por aquí con esas pintas barriobajeras. El Santuario es un lugar solemne, no Miami ni algún nido de punks. Aquí tienes"
Dobla las ropas con sus manos y entrega el conjunto a Jacket, confiando que su hijo se verá muy lindo con ese traje puesto, como un pequeño caballero de alta sociedad.
