Chestersaurio 02/20/2021 (Sat) 01:01:31 No.2500 del
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<En alguna playa de Chester City

>Sonríe sin dejar de ver a un punto indeterminado, es como si intentase mentalizarse para no cometer algun acto amoral con una mujer que posee la misma sangre que él, aunque a su vez la tradición de los Lancaster lo anda llamando y casi que le ordena reclamar a Syne como suya, cientos de años de hombres peliazules acostándose con hermanas o primas no pasan en vano ¿No es así? Inclusive la misma Synegrace debe de sentir esa obligación espiritual de procrear un descendiente con alguien de su misma estirpe y como el único Lancaster a la redonda es su propio padrastro, no le quedaría de otra que tener a ese hijo con él.

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>Por otro lado, Marshall toma la muñeca de Tracer tras bajar del automóvil y con fuerza la lleva hacia la costa para que esta pueda mojarse los pies con el agradable agua del mar, de reojo pueden ver la escena de Jason y Syne pero como esta muy lejos es fácil de ser ignorada ¡De repente! El sargento de piel morada comienza a arrojarle un poco de esa agua salada sobre el cuerpo de la pelicastaña como un tipo de juego inocente aunque curiosamente arrojaba directo a partes de ella como seria sus pechos o cintura como si tuviese otras intenciones o algo así, como sea, el gigantón suelta unas fuertes carcajadas sin dejar de mojar a la embajadora y exclama.

Marshall: ¡JAJAJAJA! Necesitabas eso para refrescarte, creo que aun estabas cansada y el agua fría te va a despertar si o si ¡En fin! ¡Te recomiendo que te quites eso que llevas o no podras disfrutar como se debe la playa!

>Se detiene de atacarla con olas para quitarse la camisa, con esto muestra su increíble cuerpo trabajado en años de entrenamiento riguroso, era literalmente el reflejo de sus esfuerzos y por su color de piel, tiene cierto parecido con Arnold Schwarzenegger en sus mejores épocas de fisiculturismo ¡Literalmente posee un cuerpo de alguna estatua de un dios griego! En su abdomen marcado se podría lavar la ropa si se quisiese, pero bueno, dejando de halagar su físico formidable, el sargento señala con su pulgar a una cueva muy cercana.

Marshall: Mira allá ¿Quieres ir a explorarla? Se ve interesante y divertido, aunque podríamos ir a nadar a lo profundo si es que no te llama el sentido de la aventura ¡Tu decide y yo te sigo! ¡Ah! Tambien recuerda que no tenemos mucho tiempo, nos tenemos que reunir con Simón y la Almirante Honolulu dentro de unas dos horas, como embajadora no deberías de faltar pero en fin ¡No le prestes mucha atención a eso ahora! Concéntrate nada mas en divertirnos los dos juntos.

>Le guiña el ojo, posteriormente la abraza pasando su musculado brazo sobre su cuello mientras espera pacientemente su respuesta.

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